Influencers creados por IA: ¿ficción o el futuro del marketing?
- Juan Pablo Camacho
- 20 may
- 2 Min. de lectura

Nunca pensé que alguna vez diría esto en serio. Siempre he creído que la verdadera influencia nace de la conexión humana, esa que sentimos cuando alguien nos recuerda un poco a nosotros mismos. La autenticidad, los sueños compartidos, los caminos parecidos. Eso es lo que nos hace confiar en alguien, seguir sus consejos, comprar lo que usa, aspirar a su estilo de vida.
Pero ultimamente he empezado a dudar de eso.
Si miro hacia atrás, muchos de los personajes que más influenciaron a toda una generación... no eran humanos.
Steve Hyuga enseñó lo que era competir con pasión (y drama). Las Tortugas Ninja nos mostraron que se podía luchar por la justicia y comer pizza al mismo tiempo. Ash Ketchum nos grabó en el alma que rendirse no era una opción.
(Sí, ya sé que estos ejemplos me delatan, ya casi llego a los 40)
Ninguno existía. Pero el impacto fue real.
Y si hablamos de crear personajes ficticios que generan influencia, Disney es el ejemplo perfecto. Sus personajes conectan con niños y adultos, no solo por las historias que los rodean, sino por cómo están diseñados. A pesar de no ser humanos, uno se identifica con ellos por lo que sienten, lo que viven y cómo enfrentan sus retos.
Además, Disney también nos ha mostrado el poder económico de un buen personaje: sus IPs generan miles de millones en peluches, películas, videojuegos y más.
Entonces, ¿por qué no pensar que los próximos grandes influenciadores podrían ser creados por inteligencia artificial?
Hoy en día, hacer un video de un "humano" hablando toma segundos. Podemos crear caras, voces, personalidades y hasta historias completas. Y no solo eso: podemos crear una historia que conecte. Podemos diseñar un personaje con pasado, sueños, errores, aprendizajes... y hacerlo relatable. Auténtico.
¿Y si ese personaje recomienda productos? ¿Hace lives vendiendo cosas? ¿Inspira a otros con su historia? Si la conexión es real (o se siente real), ¿por qué no seguirlo?
La pregunta ya no es si va a pasar. Es quién lo va a hacer primero.
¿Las grandes marcas? Para tener influenciadores virtuales recomendando sus productos sin descanso.
¿Emprendedores? Que ahora podrán monetizar a través de creadores digitales sin necesidad de estar frente a la cámara.
¿Cada uno de nosotros? Teniendo un alter ego digital que diga lo que no nos atrevemos o viva la vida que imaginamos.
Y aquí aparece un nuevo rol que ya existe, pero va a ganar mucho más protagonismo: el de los escritores de prompts, los diseñadores de personajes, los guionistas digitales.
Son los nuevos novelistas, redactores de marca, bloggers de viaje y storytellers. Los que van a definir los orígenes, las personalidades, los valores y hasta los conflictos de estos personajes.
Porque aunque el futuro lo construya la inteligencia artificial... las historias seguirán necesitando buenos narradores.
Porque al final, todo influenciador—real o virtual—necesita una historia que valga la pena seguir.
Comentarios